La experiencia de viaje Aragón Negro en Consolación ha sido otro éxito más de Diodati se Mueve. Volvemos emocionados, con la sensación de haber vivido algo único donde, de nuevo, se han cumplido nuestros objetivos: disfrutar, aprender, descubrir un enclave excepcional, en este caso la comarca del Matarraña, y trabajar la cultura.
Como siempre, un grupo de huéspedes maravilloso. Ya amigos.
Nos alojamos en Consolación. A Delicious Hotel & Restaurant ubicado en el entorno de Monroyo (Zaragoza). Un lugar íntimo y acogedor creado para reconfortar cuerpo y espíritu, doce casas cubo acristaladas en medio del bosque dentro de un conjunto monumental en el que destaca la ermita.
Entre las diversas actividades, esta vez en convivencia con la poeta Raquel Lanseros, el novelista Fernando Marías y la cantante Rosa Masip, pudimos desde relajarnos en las bañeras de las habitaciones, instaladas frente al enorme ventanal sobre el valle, junto a la chimenea encendida, hasta degustar una carta gastronómica imaginativa tematizada alrededor del género negro, con platos como Haciendo volar la imaginación (codorniz escabechada con remolacha y brotes) o Asesinas que van al cielo (tostada de verduras al horno con mojo de Matarraña y nube de queso artesano)
En esta escapada de fin de semana quisimos estrenar en Diodati se mueve una nueva fórmula de turismo cultural que permita conocer los festivales literarios y multidisciplinares de España. En colaboración con el Festival Aragón Negro, un gran evento literario que desde su sede principal en Zaragoza irradia sus actividades por todo Aragón, pudimos, junto a algunos de los escritores y artistas participantes, compartir algunos de los actos.
Antes, el 17 de enero, en el Museo Pablo Serrano de Zaragoza, el Festival inauguró la exposición de Hnegra (que puede disfrutarse hasta el 18 de Marzo). Para celebrarlo, ofreció un recital de Raquel Lanseros, nuestra poeta anfitriona, y un concierto del guitarrista Josete Ordóñez y la cantante Rosa Masip. Fernando Marías, como creador de Hnegra, y Juan Bolea, como director del festival, presentaron este proyecto literario y multidisciplinar de ficción criminal con protagonismo femenino que viaja también a Diodati se Mueve.
En la cálida biblioteca del Hotel Consolación aguardaba el libro Hnegra.
La experiencia del fin de semana empezó el viernes 19 de Enero. Entre las actividades que se ofrecieron el primer día, resultó llamativo el masaje autokobido para hombres y mujeres. ¿Por qué un masaje de belleza entre las actividades de un fín de semana en torno al género negro? Tal vez basta imaginar a la protagonista del poema Cuatro dedos, escrito por Raquel Lanseros, para entenderlo.
Antes de la cena, al calor de la chimenea en el especialísimo salón —un antiguo garaje reconvertido en lugar único de reunión, casi un museo inclasificable—, disfrutamos de la sabiduría y discurso pasional de Enrique Monreal, enólogo que nos ofreció una cata de los vinos de su familia: Mas de Torubio. Un placer degustar vinos de la más alta calidad en su compañía. Cada huésped eligió su vino preferido entre los cinco que se presentaron: Clota, Torubio, Xadó, Xadó seis barricas… mi preferido por originalidad fue el Cloteta. ¡¡Esperamos tus nuevos vinos, Enrique!!
Acompañamos la cata de vino con jamón y lomo de Teruel gracias a la cortesía de Mayka Salvador, de Soincar, que nos obsequió con sus productos La Maza y Siete Reinas. Cuando le expliqué el proyecto Diodati se Mueve enseguida mostró su entusiasmo por la originalidad de relacionar y proponer la visita al secadero, muy próximo a Consolación, durante nuestro viaje al género Noir.
Después de cenar llegaron Raquel y Fernando, cansados pero felices por los actos que a lo largo de varios días habían protagonizado en diversas sedes de Aragón Negro. Y a descansar entre el silencio estrellado de la noche en Consolación…
Sábado por la mañana, tras el riquísimo desayuno, con zumo natural, quesos y productos de la zona, pasteles caseros, yogur de cabra… partimos rumbo a otra sede de Aragón Negro: Valderrobres donde comenzamos el día con una visita guiada con Antonio por el Castillo-Palacio de ese pueblo tan hermoso y cargado de historia.
Y por supuesto, visitamos la famosa librería de Octavi Serret, donde los huéspedes pudieron adquirir los libros de los diferentes autores presentes en Aragón Negro & Valderrobres.
Después, comida en la Fonda la Plaza, establecimiento que fue construido en el siglo XIV y mantiene su antigua estructura, con su comedor sobre el río Matarraña. Un menú de productos de la zona que culminó con un recital donde Raquel Lanseros leyó por primera vez algunos de los poemas de su nuevo libro.
Tras la vuelta a Monroyo y el rato de descanso en nuestros cubos de cristal, otra exquisita cena tematizada con platos como Era un cerdo, una deliciosa costilla de cerdo al horno para culminar las aventuras gastronómicas del sábado.
Y por fin… el momento de la verdad: en la sala, Jordi Guitar, Raquel Lanseros, Fernando Marías, y yo misma como cantante, y los huéspedes de Aragón Negro en Consolación sentados ante el círculo de fuego.
¡Un poema de género negro! Sí. El asesinato iba a consumarse. Y no uno. Varios. Asesinas de Viejitos felices y Cuatro dedos.
Mila, una de nuestras huéspedes más queridas, nos sorprendió con su capacidad interpretativa, leyendo el relato de Marta Robles, que después cantaría yo, servidora, poniendo voz a la canción compuesta por Josete Ordóñez en clave Swing. Charlamos sobre Hnegra, sobre cine, sobre heroínas, asesinas, venganza… y nos fuimos a dormir con la sensación de haber vivido algo muy especial. Uff, suerte que todo era ficción criminal…
El domingo, tras el “desayuno Consolador II”, un paseo por el enclave entre un viento purificador y un paisaje de poética atmósfera…
Queremos agradecer a Gloria, a Olga y a todo el equipo de Consolación su profesionalidad y atención. Volveremos con nuevas historias que contar.
Al País Viajes y B The Travel Brand por distribuir los viajes con Diodati se Mueve y animar a disfrutarlos.
A Juan Bolea, director del Festival Aragón Negro, y a Belén por acogernos con tanto cariño.
A Octavi Serret, por ser un librero tan entusiasta y por hacernos sentir como en familia.
A José Luis y a Sonia por guiarnos por todos los parajes y caminos.
A Enrique Monreal y a Mayka Salvador por su atención y su colaboración.
Y por supuesto, a los artistas y a todos mis queridos huéspedes, sin ellos no sería posible Diodati se Mueve, y como dice la gran poeta y compañera de viaje Raquel Lanseros:
Que nada nos detenga. La llamada del infinito debe obedecerse.
Soberana inquietud que nos animas,
enséñanos a merecer el néctar
de estos días que nos tocan. Muéstranos
un modo de luchar contra el vacía
de este dulce interludio. Que la fe
en la alegría posible no abandone
ni la razón despierta ni el recuerdo.
Ante el placer de respirar, me postro.
No hay verdad más profunda que la vida.
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